Desde Leipzig

Bueno, reconozco que me he demorado bastante en escribir por primera vez, así que les pido por favor a todos mis fieles seguidores que no se ofendan. Recién hoy he podido conseguir el cable que me faltaba para tener internet, así que bueno, me dispongo a contar alguito...

Lllegué acá el martes a la noche, pero parece que hiciera un mes más o menos... así que ya tengo los recuerdos medios borrosos, jeje, pero bueno, intentaremos hacer una reconstrucción de los hechos.

Del viaje no hay mucho qué decir... sólo que me cagué bastante en las patas por las turbulencias (para colmo en el peor momento la pantallita del avión mostraba que estabamos pasando por la zona donde desapareció el avioncito de air france....mmmm...), fui sentado al lado de una pareja de una argentina (la típica caza-pasaportes) y un alemán, que no me dieron ni la hora en todo el viaje. Así que fue aburridísimo, no tenía con quien hablar así que me dediqué a dormir lo más que pude.

Una vez en en Frakfurt cambié al avión pa´ Leipzig sin problemas. El vuelo fue cortito. En el aeropuerto (que es bastante chico, por cierto) estuve vagando un buen rato hasta que pude encontrar donde quedaba el tren que me llevaría al centro de la ciudad. De inmediato me di cuenta del poco alemán que sé. Hice el ridículo un poco mezclando alemán, inglés y señas, pero por suerte conseguí el ticket y pude tomar el tren (tras confirmarlo con el conductor "Leipzig?" -señalando el tren- "Ja, Leipzig".  Fue medio dificil subir con las valijas y la mochila que estaba que explotaba, pero un par de señoras se portaron y me ayudaron.

A los diez minutos ya estaba en la estación de trenes. En ese momento no pude verla mucho, pero tras haber ido muchas veces ya, puedo contar que es un verdadero shopping. Tiene tres pisos y un montón de negocios: de comida, de ropa, electrónica... todas buenas marcas para colmo. Y, por supuesto, tiene un montón de andenes. La cosa es que ahí me esperaba un chico de la Universidad que me dio unos papeles de bienvenida, las llaves de mi habitación y me acompañó a tomar un taxi. A todo esto, para contextualizar, hayq ue aclarar que ya a las 19.30 era de noche y llovía con ganas.

El señor taxista me dejó en la puerta y tras luchar con las valijas, la lluvia, la oscuridad y las llaves pude entrar. Pude encontrar mi habitación sin mucho problema por suerte. No veía la hora de conocer a mi compañero de depto pero.... no había nadie todavía, yo era el primero en llegar.

Esa primera noche fue horrible. Había quedado de encontrarme con dos compañeros (brasilera y coombiano) a las 21.30, por lo que tenía que hacer tiempo como dos horas. Pasado el rato bajé, pero no los encontré, así que me volví a la habitación. Imaginense que no tenía mucho para hacer ahí y para colmo me dio una sed barbara. No me animaba a tomar de la canilla así que me emponche con la campera y salí bajo la lluvia a ver si encontraba algo. Obviamente que no haía nada. Pero en el camino me creuce con una cabina telefónica, lo que me alegró, podría llamar y decir que todo estaba bien. Tras veinte minutos de intentar y no poder y pelear con la estúpida que me atendió del servicio técnico de la tarjeta me rendí y me fui unas cuadras mas lejos a ver si encontraba algún negocio. Nada por aquí, nada por allá, volví. En el camino volví a intentar con el teléfono. Nada por aquí, nada por allá. Totalmente vencido me fui a dormir. Al otro dia había quedado de encontrarme a las doce con los mismos chicos, así que me dispuse a poner mi despertador que... nada por aquí, nada por allá.... se negó a funcionar.

Con la parenoia de no quedarme dormido me desperté todo el tiempo durante la noche, hasta que a las siete y media ya no me pude volver a dormir y me levanté. Seguía con sed y seguía sin nada que tomar, así que decidí ir caminando al centro a desayunar. En quince minutos llegué, lo que estuvo bastante bien y di unas vueltas. La ciudad es realmente lindísima y el centro especialmente. Tras turistear un poco desayuné algo, caminé otro poco, me perdí otro poco y bueh, emprendí retorno. A la vuelta me detuve, again, en la cabina de teléfono y esta vez un atención-al-cliente menos inútil me supo explicar el problema y me pude ocmunicar por tel. Por fin una!

Al ratito, tras un par de nuevos desencuentro, me pude encontrar con mis compañeros. Sumado  a los primeros dos, también estaban una eslovaca, una yanqui y una taiwanesa, que viven en la misma residencia que nosotros. Encontrarlos fue sin duda lo mejor que me pasó! Jeje. Ya sabían a qué lugares había que ir, cómo se llegaba, cómo comprar los pajaes del tranvía, etc, etc, etc. Así que ni bien los encontré me llevaron de shopping. Por cierto, me compré un celular. Para ser fiel ami mismo quise ocmprarme el Nokia mas barato y choto que había, pero tras entender que no convenía (por asuntos de empresas) me compré uno samsung chotazo.

Y bueno, esto ya se hizo larguísimo. Resuimiendo, los días fueron pasando y de a poco uno le va agarrando la mano a las cosas. Al alemán, todavía no, para nada! Cuando escucho hablar a los alemanes les estiendo palabras sueltas.... Mis amigos casi todos hablan alemán y muy bien, así que es una gran ayuda para mi. Siempre los estoy jodiendo con algo. Pero además me ayudan a practicar y me corrigen. Así que supongo que de a poco le iré agarrando la mano. El otro día hicimos el examen de nivelación y.... estoy en el grupo de los "lentitos".... jeje, así que bueh, paso a paso.

Bueno, me voy despidiendo por ahora. Les mando cariños a todos y espero que estén muy bien. Saludos y hasta pronto!

1 comentario:

Unknown dijo...

no puede ser que por ser posteado en facebook nadie comente el primer posteo desde alla!!! siga escribiendo detalladamente, muchos besos