Pre-Navidad

Y sí, esto de escribir dos entradas en un día es medio abusivo, pero bueno, sepan comprender que me atrasé con la anterior y que con esta ya no tengo margen para demorarme. Se supone que es pseudo-navideña, y yéndome de viaje mañana no tengo más margen para publicarla en otro momento que no sea el año que viene.
Como bien se descubría en el post anterior ahora tenemos nieve en Leipzig. La blanca sorpresa llegó con un friazón bárbaro bajo el brazo y la verdad que está terrible. Estos últimos días hemos estado con muchos grados bajo cero y si uno no se emponcha bien, da miedo andar dando vueltas. Ayer y hoy he comprobado que es imposible salir sin guantes, ya que las manos duelen del frío si uno las anda usando mucho.
El asunto es que hoy fuimos a sacar unas fotos del mercado de navidad. Su nombre es bastante descriptivo, por lo que no hay mucho que decir sobre él, es una aglomeración de puestitos de madera, principalmente en la plaza, pero también por las zonas aledañas. Todos decorados, claro está, con motivos navideños. Son una invitación a gastar plata, ya sea para comprar artesanías y demás huevadas o, principalmente, comida. Todo tiene un olor espectacular, así que uno no sabe por donde empezar. Desde el clásico vino caliente, pasando por crepes de muchos gustos distintos hasta los wafles con distintos rellenos, sumadle salchichas, diversos sándwiches, chocolates, cosas fritas… fua! Y claro, como he podido comprobar, esto del frío le da hambre a uno todo el tiempo, así que es bastante peligroso andar caminando mucho por ahí. Lo bueno es que el frío te obliga a guardar las manos, así que no da para andar morfando tanto y así se compensa un poco.
Otro de los efectos del frío es una especie de estado de sueño permanente. No entiendo muy bien cómo funciona, pero el asunto es que desde que se puso más frío andamos con sueño todo el tiempo y cansados como si estuviéramos trabajando todos los días (lo que está bastante lejos de la realidad). Para colmo el simpático Sol, que ni asoma en todo el día y la simpática noche, que ya es plena a eso de las cuatro y media de la tarde… En fin, todo es una invitación para pasársela comiendo y durmiendo. Que horror (¿?)
Por último, también quería quejarme de la nieve una vez más. Si bien acá no tenemos tanta como en Polonia, lo cierto es que ha hecho que me decepcione de los alemanes. Esta gente que es tan organizada y tan limpia no ha encontrado un modo de mantener aseados los tranvía! Desde que hay nieve es un asco subirse, están todos embarrados y mojados. Lo mismo pasa con las calles, culpa de la nieve se forman unos barriales bárbaros y, claro, para los pobres peatones es el mismo cuento si la vereda no es de cemento.
Así que así están las cosas estos días. Con la navidad por todas partes, el frío sin piedad y la nieve molestando. Inaguantable. Suerte que mañana me voy a Rusia.

Algunas fotos



Nota del Autor: estaré de viaje por dos semanas, por lo que espero se me exima de recriminaciones por falta de comunicaciones y/o saludos navideños. A la vuelta me pongo al día. Gracias y felices fiestas para todos!

1 comentario:

Oscar dijo...

Por lo que he leído, mas que un curso para prender a cocinar, tendrá que aprender a no ser tan...pero tan...descuidado!
Bien Juancito, que en Leipzig conozcan el espritu tallarín y cordobés!
Tu abuelo Oscar