Dresden (o la vida sigue)

Y sí... es difícil. Berlín fue un hito para este blog. Como bien presagiamos, marcó un punto de inflexión, un antes y un después... Pero qué nos epera, justamente, en este después?
La magia, la emoción, la novedad, todo va quedando atrás y uno va volviendo a la rutina. Leipzig ya tiene pocas cosas nuevas, es cada vez un poco más la casa, el hogar y, claro, la rutina. Las primeras veces son cada vez más esporádicas y los grandes hitos se ven reducidos a pequeños eventos de la cotidianeidad. Qué puede esperar el lector, entonces, encontrarse acá?
La verdad que no lo sé, pero bueno, la vida sigue y, por lo tanto, habrá que hacer de tripa corazón, magnificar los primerizos detalles y aprender a venderlos como lo que no son, o aun mejor, como lo que pretenden ser.
Así, puedo decir que en estas semanas no pasó quizás demasiado, pero tampoco para nada poco. Me tocó pasar lejos el cumpleaños de dos muy queridos amigos, cosa bastante rara por cierto, salió el disco nuevo de joaquinito y tuvimos paseito. La Lu y el Gabi, Vinagre y Rosas y Dresden, respectivamente...
Como de lo primero no sé mucho y de lo segundo no podría hacer mucho más que recomendarlo, creo que pasaré a centrarme en lo tercero.
Dresden es una ciudad que tiene aproximadamente la misma cantidad de habitantes que Leipzig, pero a diferencia de nuestra ciudad, aquella es la capital de Sajonia (la "provincia" donde estamos). La ciudad fue bombareada duramente casi por el final de la segunda guerra mundial, sin objetivo militar aparente y tardó muchas décadas en reconsruir algunos de sus principales símbolos (como por ejemplo la emblemática Frauenkirche, tuvo que esperar hasta después de la reunificación). Había escuchando muchas veces que era una ciudad lindísima, así que estaba muy contento de ir. Aprovechamos que el miércoles había algún feriado (vaya uno a saber por cuál motivo), así que pa'llá nos fuimos. El equipo: los latin american four + Dana. Para aquellos interesados en los detalles, les cuento que nos tomamos un tren, sacando un pasaje que sale muy barato: por unos 27 euros (si mal no recuerdo), pueden viajar cinco personas juntas y el ticket es válido hasta las 3am de esa misma noche. Así que uno toma 27, lo divide en cinco y, nada por aquí, nada por allá, tiene el precio del viaje ida y vuelta.
Sobre el paseo en sí no hay mucho que contar. Nos la pasamos caminando por la ciudad que, como pudimos comprobar, es efectivamente lindísima. Leipzig queda chiquita al lado del centro histórico de Dresden. Su servidor hizo de guía y eso le ha valido no sé cuántas fotos observando el mapa con rostro de perdido (fotos que, censura de por medio, jamás verán la luz en este hiperoficialista blog).
No creo que valga la pena ponerse a comentar sobre los principales atractivos de Dresden, pero sí me llamaron la atención algunos detalles de la ciudad que nos hicieron considerarla un tanto feminista. Por un lado, como bien recordarán los lectores fieles, por estos lados de Alemania los semáfotos suelen tenes al simpático señor de sombrero conocido como el Ampfelman (hombre del semáforo, si mi alemán no me falla). Pues bien, en Dresden uno se puede encontrar no sólo con estos, sino también con unos cuantos semáforos con "Ampfelfrauen". Después, al frente del Rathaus, hay una estatua dedicada a las mujeres trabajadoras. Por último, un mural grande y bonito, de la época socialista también, tiene como centro a una proletaria.
De lo mencionado y el resto de las hermosas vistas de Drsden acá les quedan las imágenes:


(Las Ampfelfotos son gentileza del Media-Man T. Sparrow -se le agradecen, por cierto.)

Y un par de videillos parnorámicos:






Y bueno, el paseo estuvo muy lindo, se hizo de noche temprano, tomamos el tren de las 18.20 y, tras alguna demorilla por motivos desconocidos para mi poco alemanezco oído, llegamos a Leipzig. Y c´est tout!

Ahora bien, para terminar el post con el mismo espíritu minimalista con el que empezó, les dejo una perlita de la vida cotidiana en Leipzig. Algún que otro memorioso recordará a prima y mis clases de español. Bueno, ahora se nos sumó Annie y, con lo buenas que son, nos regalaron esta dramatización:



Saludos, y hasta pronto!

3 comentarios:

PATRICIA dijo...

Qué hermosa ciudad! Qué bueno que hayas sacado muchas fotos esta vez.
El video de la clase de español me encantó. Muy bien las chicas!
Muchos besos

Anónimo dijo...

Mi querido Juan Ignacio,lograste emocinarme...no sólo por tu crónica, que en realidad le faltó el toque emotivo que se merecía tamaño hecho.No sólo por su significación,si no por saber que estabas ahí,presenciando un suceso histórico y en vivo.Fuiste un elegido.Espero que cuando estes mas descansado y puedas realmente valorar que fuiste testigo de un momento que pienso que a tus bisabuelos les hubiera gustado presenciar,escribiras algo sobre,lo que realmente significopara elpueblo alemán y para vos esa vivencia.Tu abuela alemana,con todo cariño

Unknown dijo...

Por casualidad, no vi una botella de fernet en el fondo de uno de los videos?